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Gestionar supone coordinar y motivar a las personas de una organización en este caso de salud. Según Ortún Rubio, en Salud pueden distinguirse tres tipos de gestión: La gestión sanitaria macro, o política sanitaria, la gestión sanitaria meso, o gestión de redes, centros y servicios, y la gestión sanitaria micro, o gestión clínica, o gestión de la actividad clínica profesional.
La macrogestión sanitaria, o política sanitaria, consiste en la intervención del Estado para aumentar la equidad y corregir disfunciones del mercado. La política sanitaria se expresa a través de las formas que adopta la financiación y regulación de servicios sanitarios y la regulación de todos los aspectos relacionados con la salud.
La política sanitaria tiene como objetivo indelegable el de mejorar el estado de salud de la población y garantizar la satisfacción de los ciudadanos con los servicios sanitarios. Las disciplinas de salud pública, articuladas por el método epidemiológico, constituyen el soporte disciplinar de la macrogestión sanitaria.
La mesogestión sanitaria, o gestión de redes, centros y servicios de salud, se realiza a través de la coordinación y motivación de los integrantes de un centro de salud, un hospital, una red. La gestión tiene su apoyo disciplinar en las ciencias de la gestión, el contenido de la gestión de centros ha ido cambiando y apunta claramente a que la capacidad resolutiva de un sistema sanitario está claramente relacionada con el grado en que su política sanitaria tenga racionalidad y, con el grado de articulación entre los niveles asistenciales (centros y servicios integrados en redes).
La microgestión sanitaria, o gestión clínica, parte de la constatación de que los profesionales sanitarios, los clínicos fundamentalmente, asignan el 70% de los recursos sanitarios en sus decisiones, diagnósticas y terapéuticas, realizadas en condiciones de incertidumbre en una tarea que supone coordinar recursos y motivar personas. La gestión clínica pretende restaurar los niveles de salud de los pacientes, en la medida de lo posible, mediante acciones que conciernen a pacientes individuales o a grupos de pacientes (agrupados por una patología o procedimiento comunes, por la unidad de asistencia…). Las decisiones directas sobre cada persona las adopta el médico, la enfermera…trabajando por separado o en equipo, y las decisiones que afectan a grupos de pacientes las toman principalmente los responsables asistenciales.
La disciplina fundamental de la gestión clínica es la Medicina, a través de la constatación de variaciones en la práctica aparentemente arbitrarias que estimulen la preocupación por la efectividad, la medida del impacto sanitario y la adecuación de los servicios, pretendiendo favorecer la evolución de la práctica de la Medicina hacia un creciente fundamento en la evidencia científica y en asumir responsabilidad en los costos y efectividad de sus decisiones.
Objetivos
- Conceptualizar las características principales de la gestión sanitaria, sea macro, meso o microgestión.
- Desarrollar competencias relacionadas con la gestión sanitaria en sus dimensiones macro, meso y micro.
- Aplicar estos conocimientos y competencias en las decisiones sanitarias en cualquiera de sus tres niveles.